Fui de visita a casa de mis padres e hice zoofilia con el perro de ellos, no lo tenía planeado para nada, pero una cosa llevó a la otra y antes de que me diera cuenta me lo tiré, tal como lo digo, me cepillé a la mascota de mis queridos papá y mamá, y ellos por supuesto no sospecharon nada, nunca imaginarían que tendrían una hija tan puta que fuera capaz de violarle a su animalito, y es que cuando sentí la lengüita de ese chucho en mi panocha, ya no había marcha atrás, y como la casa estaba para mi sola, lo aproveché, durante todo ese mes se convirtió en mi nidito de amor para follar con el perro de mis padres.
Mis papás estaban de vacaciones, por lo que me pidieron que fuera a su casa a regar las plantas y darle de comer al perro, lo que no sabían ellos es que lo que el perro se iba a comer era mi chocho, el animal se volvía loco cada vez que me veía aparecer por la puerta, porque sabía perfectamente lo que venía a continuación, yo que cuando llegaba ya estaba toda caliente, lo primero que hacía era desnudarme, llamar al chucho y abrirme de piernas, el animal venía hacia mi, enterraba su hocico en mi coño y comenzaba a chupar como un poseso, luego me volteaba y él me penetraba ¡tan delicioso!. Así estuve durante todo el mes, todos los días, hasta que volvieron mis padres, ahora de vez en cuando aprovecho una escapada de ellos para follarme a su perro.
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